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Eduardo Torres; un famoso desconocido 
El año 1872, Albaida vio nacer a una de las figuras más destacadas y relevantes de entre las numerosas que nos enorgullecen como pueblo. Celebramos este año el 150 Aniversario del nacimiento del maestro Eduardo Torres, organista, compositor, director, Maestro de Capilla y crítico musical, quien recibirá este 2022, el homenaje de su pueblo natal. Este reconocimiento hacia su figura era ya tan necesario, como de sobra merecido. La herencia que de él hemos recibido, no solo ha enriquecido nuestro patrimonio musical, sino que además, ha dejado impreso uno de los sellos identitarios más significativos de entre aquellos que conforman nuestras tradiciones, definiendo así la singularidad de un pueblo donde la cultura popular es el elemento principal e indispensable sobre el que escribir la memoria colectiva, y en consecuencia, nuestra historia.  

La figura de Eduardo Torres no ha disfrutado de un reconocimiento que hiciese justicia del que realmente significó su trabajo y dedicación en pro de la difusión y la composición musical. Músico polifacético que convivió con las estrictas normas, que por su condición de sacerdote, venían impuestas desde los estamentos eclesiásticos del momento y perfecto conocedor de la técnica compositiva y de los estilos y tendencias musicales provenientes de Europa, Torres se convirtió en uno de los más importantes y emblemáticos compositores de cuantos han ejercido el magisterio de capilla de la Catedral Hispalense de Sevilla.

No es mi intención en este artículo hablar de su música en términos particularmente técnicos, ya que la extensión del artículo y el público en general al que me dirijo, no representan el lugar más adecuado. Pero sí quisiera hacer referencia a lo que podemos concluir a partir del análisis de las características más representativas de su obra, los cuales nos permitirán valorar la verdadera singularidad del artista y su repercusión e influencia sobre compositores coetáneos tan representativos como Manuel de Falla o Joaquim Turina. Torres, considerado como uno de los principales representantes de la generación Motu Proprio, figura una nueva concepción dentro de la evolución de la música española de la segunda mitad del S. XIX, pero especialmente la primera mitad del S.XX. La herencia recogida de los diferentes estilos y corrientes de la época, convierten a este ecléctico compositor en uno de los principales compositores de la música española de finales del siglo XIX y principios del XX.

En mi trabajo de investigación “Eduardo Torres. Herencia i legado del post-Romanticismo e Impresionismo francés como vanguardia del Nacionalismo español en la primera mitad del s. XX” (Conservatorio Superior de Música “Salvador Seguí” de Castellón, 2019), propongo como principal objetivo identificar las principales características musicales utilizadas por el autor, demostrar las nuevas tendencias musicales provenientes del post-romanticismo y el impresionismo francés heredadas por el compositor, así como su repercusión dentro del mundo musical coetáneo como vanguardia del nacionalismo español. Sin duda, estas herencias recogidas quedan bien representadas en su música. Sus composiciones, sobre todo las pertenecientes a su etapa como Maestro de Capilla de la Catedral Hispalense de Sevilla, recogen de forma clara las características más representativas de aquellos estilos modernistas. Además, hemos de tener en cuenta que su condición de sacerdote y Maestro de Capilla le convertía en un compositor delimitado por el Motu Proprio, que era documento papal reformista, promulgado por el Papa Pío X en el año 1903, y que consensuaba los principios generales que definirían la música litúrgica. Torres, con su música, se convirtió al mismo tiempo en uno de sus máximos representantes.

  "Torres, por medio de todas estas influencias, supo construir un lenguaje propio que le propició un sello personal, modernista y singular a su música."

Bajo mi humilde opinión, Torres significó uno de los primeros impresionistas españoles y un fiel precursor del espíritu nacionalista del momento. Sus muchas composiciones así lo evidencian. Torres, artista culto y autodidacta, nunca pudo viajar a París para conocer en primera persona aquellas nuevas tendencias musicales, y sin embargo ya reflejaba esta concepción impresionista en su obra cuando músicos coetáneos y posteriormente amigos del compositor, Falla y Turina, estudiaban de la mano de Debussy en el Conservatorio de París.

Torres, por medio de todas estas influencias, supo construir un lenguaje propio que le propició un sello personal, modernista y singular a su música. Este espíritu de vanguardia musical lo hizo patente en cada uno de los ámbitos musicales donde se movió. Como hemos dicho, dentro del Motu Proprio, se convirtió en uno de sus principales representantes. En sus composiciones para órgano, donde disfrutó de una mayor libertad estética y compositiva, significó uno de los más importantes compositores del género, e incluso en el mundo del folklore popular, representado por el espíritu nacionalista, fue capaz de contribuir significativamente con numerosas composiciones para cofradías sevillanas, siendo un compositor renovador del género capaz de crear escuela y abrir un nuevo camino para las futuras generaciones de compositores. 

Espero que este 2022, con todos los actos previstos para conmemorar su figura, sirva para despertar el interés, tanto en el público en general como institucional, y poder así seguir avanzando en el estudio de su música, contribuyendo al mismo tiempo a hacer un poco más de justicia en lo que a su figura se refiere. 

Que este 150 Aniversario de su nacimiento sea el inicio de una verdadera intención por seguir engrandeciendo el trabajo y la aportación del más destacado de nuestros compositores, nuestro más famoso desconocido, inmortalizando así su memoria.

Pep Vila (músico)



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